DÍA DE LA TIERRA 22 DE ABRIL

El 22 de abril de 1970, el sueño del Senador Nelson se hizo realidad. Veinte millones de estadounidenses se unieron a las actividades del Día de la Tierra. Esto demostró que la gente en realidad sí quería hacer algo sobre el medio ambiente.
Durante el primer Día de la Tierra, la gente se juntó para escuchar charlas sobre el smog y otros tipos de contaminación. Otros grupos se reunieron para limpiar los ríos, plantar árboles y recoger basura. La gente organizó desfiles y se pronunciaron discursos. Hasta los senadores y los miembros del Congreso pasaron todo el día aprendiendo sobre diferentes maneras de proteger el planeta.
Haciendo cambios Tal como lo había deseado el Senador Nelson, el Día de la Tierra demostró que a muchos estadounidenses realmente les importaba el planeta. El gobierno por fin lo entendió--y se puso a trabajar. El gobierno aprobó leyes para proteger el aire, el agua, la tierra y los animales. Veamos algunas de estas leyes.
Los vehículos que usamos deben aprobar pruebas para asegurar que no están causando demasiada contaminación. Gracias a esta ley, los carros de hoy despiden aproximadamente la mitad de las sustancias químicas dañinas que los carros de la década de los setenta emitían. Como resultado, el aire que respiramos es más limpio que antes.
Los ríos y los lagos también están más limpios hoy en día que en la década de los setenta. Esto es algo muy positivo porque necesitan mucha ayuda. El Río Cuyahoga en Ohio es un ejemplo que se destaca. En 1960, el río estaba tan contaminado que la basura y el petróleo que flotaban en la superficie ¡se encendieron! Hoy en día, el
río está más limpio. Ya no está en llamas. Hoy es un hábitat saludable para los pájaros, los peces y otros animales.
Por un tiempo, el símbolo nacional de nuestra nación--el águila calva--era una especie en peligro de extinción. Esto significa que casi se desapareció para siempre. El gobierno vio que muchos otros animales estaban en peligro también. En 1973, se aprobó la Ley de Especies en peligro de extinción. Gracias a todas las obras de conservación, el águila calva voló de la lista de especies en peligro de extinción.